viernes, 25 de noviembre de 2011

UN DÍA OSCURO

En un día oscuro,
entre el espesor de las nubes,
se cuela un tenue rayo de sol
que ilumina el paisaje que cubren.

Como una llamarada del cielo,
como una señal de Dios,
ilumina una parte del suelo
donde agazapada crece una flor.

En el páramo desierto
de este paisaje invernal
crece una belleza pidiendo
que la contemples triunfar.

Y gracias a ese rayo
que el cielo envió
me he percatado
que entre el odio hay amor.

Que no existe
la oscuridad absoluta,
que después de un día ardiente
puede aparecer la lluvia.

Que en la tristeza sostenida
aparece una llama
que enciende una chispa
llamada esperanza.

En este frío invierno
de oscuridad reinante
cubierto de hielo
me visitó un ángel.

Y me mostró el camino
inundándolo con su luz,
me descubrió un mar azul
eterno a lo largo de lo vivido.

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