de aire la caja de los recuerdos,
tendida a mi lado en la cama
creíste en mis mentiras con besos.
Disfracé de amor mi orgullo
de tenerte entre mis trofeos,
dañé a tu corazón desnudo
ante mi con mi saqueo.
Y destrocé un tesoro único
por mi avaricia y mis deseos
dejando un solar rústico
salpicado de escombros y miedos.
Siento lo que hice,
vergüenza en mi sentimiento,
conciencia que me dice
que no existe consuelo.
Soy culpable de tu llanto,
culpable de mi lamento,
perdona a este ingrato
aunque ya no quieras verlo.