Quiso cruzar el mar a nado,
bucear en una panal de miel,
quiso ser a sus principios fiel
y ser para todos de su agrado.
Quiso volar hasta lo más alto,
tocar el cielo con sus pies,
quiso despertar del mundo el interés
escribiendo su propio relato.
Luchó por conseguir lo más sagrado,
desterrar del mundo la estupidez
y lo tacharon de inmadurez
por creer en lo soñado.
Lo trataron como loco enjaulado,
alguien con la cabeza en los pies,
alguien que fue a nacer
en el mundo equivocado.
Era un duende encantado,
alguien como no ves
y si no te lo crees
pregunta al de tu lado.
Acabó por todos odiado,
siempre se critica lo que otro es
cuando admiras lo que posee
un ser por la magia tocado.