en un lugar perdido de la mente,
un dibujo de sueños incipientes
apoderándose de la realidad de un momento.
Un lugar de ida sin retorno,
un viaje fantástico a la nada,
desconocedor del mundo en que nadaba
hacia una meta de escondido entorno.
Y en esa época olvidada en el recuerdo
como un delirio febril persistente
se apoderó del futuro y el presente
un nuevo ser dentro del otro.
Ya nacido en historia ausente
amaneció a un nuevo día,
brumas despejadas a la deriva
descubrieron tesoros latentes.
Fue sueño o quizás pesadilla,
un lapso vacío inerte
que dibujó su huella enfrente
para marcar toda una vida.
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