blanca y pura como la nieve,
de aterciopelada sonrisa,
como etéreo velo transparente.
Danza como una diva
y a su paso en mi fuego enciende,
muñeca con propia vida
de su atractivo del todo inconsciente.
La contemplo en cada esquina,
de mis sueños es intérprete,
es la única protagonista
de mis deseos mas ardientes.
Con su voz mi alma conquista,
con sus besos me sostiene,
dulce como la risa,
misteriosa como la muerte.
Influjo de atracción divina,
mi corazón a ella se debe,
mi mundo son sus caricias,
mi suerte ligada a su suerte.