la gloria y la agonía,
mi amor por ti eterno
y tu que no eres mía.
Es mi encendido lamento,
quererte es mi desdicha,
para ti no soy objeto
de tu amor, amada mía.
Y por mucho que lo intento
no consigo tus caricias,
y en desesperado esfuerzo
convierto todos mis días.
Pero yo te llevo dentro,
mi amor es mi alegría,
corazón traicionero
que ama la fantasía.
Y así ha de ser, lo siento,
no cabe otra salida,
amor por ti prisionero
sufriendo por tu sonrisa.
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