jueves, 22 de mayo de 2014

SIN CONVICCIÓN


Fue su convicción
tan frágil como un suspiro,
la mezquina tentación
consiguió hacerlo cautivo.

Su tremenda atracción,
su fascinante sonido,
convirtió en ladrón
a quien nunca lo había sido.

Quien robó el perdón
a un hombre herido,
y puso toda su pasión
en probar a su amigo.

Y aunque dijo no,
el diablo así lo quiso,
no invocó al Señor
y si a sus ángeles caídos.

Hombre sin amor,
su ambición sin sentido
lo atrapó en el dolor
y nunca fue querido.

MI PRIMER CONCIERTO DE U2


La realidad superó mis sueños,
toda la fantasía y la imaginación
quedó olvidada en el recuerdo
cuando experimenté la emoción
de vivir el esperado encuentro
por el que mi alma siente pasión.

Un estallido inmenso,
una ola de satisfacción
se apoderó en un momento
de mi cuerpo y mi razón
dejándome perplejo
y mi garganta sin voz.

Viví en dos horas un cuento
de fantasía y comunión,
viví la magia y el calor intenso
de la gente a mi alrededor
con un sonido inmenso
que impregnó mi corazón.

Y todo lo que imaginé bueno
realmente fue mejor,
se paró en mi el tiempo
y todo mi interior
respiró el aroma fresco
de la música y la emoción.

MI VERSO SOÑADO


No hay verso que asome
en mi alma como un susurro
bajo el silencio de la noche
apoderándose con un hechizo de su embrujo.

Y lo lleve a inundar el todo
de la nada que en mi duerme
como el toque de la barita de un hada
dando vida y color a lo que no lo tiene.

No hay verso que quiera el silencio
para que nadie pronuncie su nombre,
quiere gritarlo y extenderlo
más allá de donde el sol se esconde.

Y sale altivo a los labios
donde una voz lo entone
para subir a los escenarios
desde donde todos lo oyen.

Ese es mi verso soñado
que cruza el horizonte
regalando su bien preciado
a todo el que lo porte.