bajó una estrella del cielo,
penetró en tu alma
y anidó en tu cuerpo.
Luz cegadora
de brillo perpetuo
que me da la vida
con su resplandor eterno.
Suave como una caricia,
cálida como el desierto,
tu estrella me guía
y me da consuelo.
El día que tu naciste
Dios me dio aliento
cruzando tu camino
en mi corazón sediento.
Luz de mis tinieblas,
brillo de amor intenso
que rompe mis cadenas
y me deja libre emprender vuelo.