la oscuridad me acorrala,
oigo soplar al viento
en esta noche cerrada.
Escucho palpitar a mi corazón
en esta quietud callada,
escucho el sonido de mi voz
que mi pensamiento guarda.
Gime con llanto de emoción
mi juventud mancillada
y mi madura razón
por consolarla se afana.
En esta noche sin luna,
en esta silenciosa noche santa,
me siento como alma ninguna
elevándome en la nada.
Y las pisadas se van perdiendo,
en la lejanía se hacen calladas,
mi pensamiento se va durmiendo
mecido por el sonido de su nana.
Noche oscura de sueños,
suave noche estrellada,
deja soplar al viento
para arrastrarme en su calma.