miércoles, 4 de diciembre de 2013

PATRAÑA


Es una patraña,
es una falacia.
Escribo antes de que se vaya
y no me deje nada.

¿Soy yo?
¿o es mi enemigo?.
Ese ser que va conmigo
y que no sale cuando se lo pido.

Ese otro yo,
que vive en mi,
que lucha como yo,
pero no le dejo salir.

Sale cuando escribo,
se adueña de mi mano.
Ese extraño amigo
me roba mi mandato.

Y se revela
contra lo establecido.
Ese valiente vela
por mi propia integridad, amigo.

Pero a veces le considero
como mi peor enemigo,
porque aunque no quiero
siempre está conmigo.

Por eso es una patraña
todo lo que escribo,
porque no soy yo
sino mi propio enemigo.

Ese que se asoma
cuando no lo percibo,
ese que vela
para que sea yo mismo.

ESTOY


Estoy, no estoy.
Vengo, voy.
Toco el cielo con mi mano,
no te pongas debajo.

Abro una puerta en mi vida,
cierro otras salidas.
Todo entra, nada sale
y penetra como en la cerradura la llave.

Corro, me paro.
Entro, salgo.
Me empapa la lluvia cuando cae.
Me ciega el sol cuando sale.

Resbalo por una pendiente
y caigo inconsciente.
Todo abrasa, todo quema.
A veces el agua apaga mi vela.

Lloro, sonrío.
Sueño, vivo.
Te dejo tocar mi alma,
trepar hasta mi roca escarpada.

Quiero alcanzar la Gloria.
Me deslizo por el mundo.
Me duele permanecer mudo.
Busco una escapatoria.

Soy, no soy.
Recibo, doy.
Pongo alas a mi corazón
y trabas a mi razón.

Recito, canto.
Leo, escribo.
Siempre admiro
al que vive silbando.