jueves, 11 de septiembre de 2014

ADIOS


¿Quieres que te diga
cómo un espíritu vuela
y se escapa de la jaula
que su libertad encierra?.

Que mis ojos lloren
cuando aquí me deja,
y mis emociones afloren
por ser yo quien se queda.

Y perder el norte
cuando va y se aleja
sin un horizonte
que rebasar pueda.

Lleno de emociones
que el recuerdo deja
adiós a trompicones
al dejar la celda.

CAOS


El mundo en mi
es un caos de tormentos.
La locura se desata
cuando todo se revela.

Y dentro de mi explota,
y estalla su grandeza
destrozando a quien lo guarda
sin ninguna resistencia.

Vivir tantas emociones,
sentimientos que se mezclan,
destroza los rincones
de mi alma y mi cabeza.

Risas a raudales,
otras honda tristeza,
derramando sus caudales
más allá de la consciencia.

LA VIDA EN MI


Tengo mi vida encerrada
entre las paredes de mis poemas,
un sentimiento que no calla
y un pensamiento que la encarcela.

La tengo disuelta en lágrimas,
disfrazada en risa eterna,
cubierta de esperanza
y de amor siempre llena.

Tengo mi vida soñada
entre la realidad inmersa,
locura que se afana
por alcanzar la meta.

A veces está truncada,
otras muy alto vuela,
la vida que me acompaña
hasta que no pueda tenerla.

La tengo en mi guardada
aunque a veces no la quiera,
esa que me arrasa
y a veces me eleva.

MISERABLE


Miserable, miserable y olvidado,
arrastrando su existencia
en un palacio venerado
con sutil magnificencia.

Viste con esmerada opulencia
pero su alma va arrastrando,
es el peor símbolo de la decadencia
simulando a un ángel alado.

Admiras a un ser vacío,
a un bello rostro sin alma,
a la apariencia de un divo,
a la más baja calaña.

Te envuelve en halagos y seda
como víctima de araña
y te arrastra a su caverna
para luego ser devorada.

Miserable mimetismo
que te atrapa y de engaña,
que te hace en un suspiro
llorar con lágrimas amargas.

AHORA


Humo ausente
en una taza de café tibio,
amor que creído invicto
está inmerso en realidad presente.

No hay felicidad eterna
ni dolor que mil años dure,
no hay que añorar lo que tuve
sino disfrutar de la presente escena.

Porque lo que fue
no es ni será,
y lo que vendrá
todavía no es.

Así que llora
si ahora tienes que llorar,
ríe sin parar
si es menester ahora.

Porque sólo viviendo lo que es
tendrás una vida plena,
llena de alegrías y penas
pero vivida tal como debe ser.