jueves, 23 de enero de 2014

MI COPA


Nunca se llena mi copa,
al cáliz de la felicidad
siempre le queda una gota
para poder rebosar.

Por mucho que vierta en el gloria,
amor y verdadera amistad,
su capacidad me asombra
por no poderlo llenar.

Tántas cosas pero,
es lo que suelo pensar,
no puedo tocar el cielo
a punto de lograrlo alcanzar.

Se escapa de mis dedos
como la arena del mar,
al intentar cogerlo
siempre consigue escapar.

Nunca se llena mi cesto
porque no tiene final,
siempre meto y meto
y no lo puedo colmar.

OCASO EN EL ALMA


No vuelvas a resbalar por mi mejilla,
gota del amargor supremo,
que hiere como una espina
clavada en mi sentimiento.

Y ese nudo que sin saliva
ahoga a mi garganta prieto
me ata con una sílaba
que emitir no puedo.

No vuelvas a despertar mis noches
con un sollozo inmenso,
dolor de mil reproches
que me hago en un momento.

Si vivir es alegría
también es sufrimiento,
amor, por amar la vida,
el amor y el misterio.

No apagues mi alma
con tu salado estruendo,
deja su llama en calma
brillar y seguir luciendo.