A veces me siento
como agua resbalando en una pared,
una gota de rocío sediento
por conseguir aplacar su sed.
A veces me siento
como seca arena de playa
esperando a las olas
que consigan alcanzarla.
A veces quisiera
iluminar el camino por donde paso,
ser como un faro en la noche
que se enciende en el ocaso.
A veces quisiera
cuando dejo volar a mi alma
que alcanzara en su vuelo
hasta la estrella más lejana.
Y desde allí contemplar el mundo
en una serena noche estrellada
y apartar por un instante de uno
lo que le impide tocar el alma.
A veces me siento
como un visitante en mi tierra,
como un errante sujeto
buscando paz más allá de sus fronteras.
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