El día en que nací
fue el cumpleaños de mi abuela,
el día en que llegué aquí
fui el mejor regalo que tuviera.
Fui la primera persona
que sentirse abuela le hiciera,
fue muy poderosa
la felicidad que sintiera.
Cada vez que cumplíamos años
bajo el vínculo que nos uniera,
sabíamos que compartíamos
más que la fecha en que naciera.
Pero un día se fue,
se marchó mi joven abuela,
desde entonces mi cumpleaños
no es más que una fecha.
Y la recuerdo a menudo,
y la guardo en mi conciencia
por marcar mi llegada a este mundo
de la más bella manera.
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