martes, 6 de marzo de 2012

ORDEN

Entre todo lo establecido,
en un meticuloso orden perfecto
estaba como del cielo caído
el monumento a lo imperfecto.

Desorden entre el orden,
ante la simplicidad lo complejo,
entre la armonía del bosque
estaba el retorcido sarmiento.

Abigarrado y difícil,
de espíritu inquieto
y con sensibilidad tan frágil
que todo le causaba tormento.

El arte corriendo por sus venas,
creador con el corazón sediento,
siendo el diferente en escena
destacaba su majestuoso intelecto.

Loco decían unos,
genio gritaban oros diciendo,
y el entre el mundo
llorando por lo que tenía dentro.

Así llegó a este mundo
para poner sal en el salero,
para que no piense ninguno
que sólo el orden es perfecto.

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