masacrados inocentes gritando,
triunfo de la vanidad y la envidia,
no se está una película rodando.
Realidad que supera perspectivas
más allá de lo imaginado,
capacidad de las almas cautivas
ante el espanto llorando.
Más allá de esta vida
lo incierto anticipando,
la esperanza les domina
para seguir aguantando.
No bajan las huestes divinas
a la Tierra para rescatarlos,
cada cual con su marmita
su alimento va tragando.
Y el amor es palabrería
que el mundo va adornando,
amor disfrazado de hipocresía
cuando solo despierto gritando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario