viernes, 23 de enero de 2015

LA EXPRESIÓN


Tristeza sin expresar
que arrasa, que quema,
ya no puedo llorar
ni soltar la pena.

Cada día al despertar
la misma condena,
no se puede respirar
ahogado en tristeza.

Lágrimas sin derramar
pugnan por salir de mi cabeza,
imaginando que es real
poder aliviar la pena.

Pero ya no queda llanto,
se agotó la reserva,
trago de dolor amargo
encerrado en mi esencia.

Reír a carcajadas,
llorar a raudales,
sanear el alma
encerrada tras cristales.

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