La felicidad es
una flor entre los cardos,
para apreciar su valor
tienes que salir pinchado.
Si todo fueran rosas
querríamos un cardo
porque aunque la rosa sea hermosa
suspiraríamos por lo extraño.
Igual actuamos en la vida,
siempre felicidad buscamos
por estar rodeados de espinas
hiriéndonos las manos.
Y si conseguimos encontrarla
efímero es su mandato
porque vienen las espinas
para ahogarla con su daño.
Pero aun así la perseguimos
y luchamos por lograrlo
porque merece la pena
escuchar su dulce canto.
kain,esta me gusta mas.es bonita.las dos ultimas tambien.pero parece que estuvieras enfadada con el mundo.esta bien.tienes que reflejar que sientes.la verdad es q me gustan por eso.porque eso es la poesia.un abrazo,poeta.
ResponderEliminarGracias Manuel, eso es en realidad la poesía es la vida, con todo lo que conlleva e intento reflejarlo en lo que escribo.
ResponderEliminar