una mota de polvo en el infinito,
un grano de arena en la playa,
una pequeña llama en el abismo.
Una palabra dada,
su significado oculto en si mismo,
el lenguaje de una mirada
que sin hablar ya lo ha dicho.
El sonido de una balada
contada en susurros al oído
que despierta toda la magia
e inunda los sentidos.
Insignificantes bajo noche estrellada,
somos menos que un suspiro,
capaces de grandes hazañas
o servidores del maligno.
Y cuando todo sea nada
y ya nos hayamos ido
quién con polvo de hadas
recordará quienes fuimos.
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