lunes, 24 de octubre de 2011

UNA CARTA

Querida te escribo esta carta
sin saber hacia donde se proyecta
el pensamiento del que la escribe
y el pensamiento de quien la lea.

Querida me dejo llevar
por carreteras inciertas
sin conocer a donde van
ni si son en realidad carreteras.

Y cuando llegue a ese lugar
y cruce esa frontera,
querida donde estarás
al comienzo o al final de ella.

Camino irregular
salpicado de finas piedras
que cansado me hará llegar
por fin a la ansiada meta.

Querida te escribo esta carta
comenzada ya mi carrera
sin saber cuando acaba
ni el trayecto que me queda.

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