martes, 30 de diciembre de 2014

EL LEGADO


Transparente como el agua,
tan frágil como cristal,
es en cada uno el alma
encerrada tras un velo de oscuridad.

Todo en ella impacta
y se debe resguardar
para no quebrar su magia
aunque se pueda dañar.

Cada uno la guarda
aun haciéndonos llorar,
nos permite conservarla
y también soñar.

Es eterna su semblanza,
nos imprime el bien y el mal,
misión nuestra es amarla
e intentarla mejorar.

En un mundo sin esperanza
la debemos alimentar,
protegerla con la nada,
con la fe y la verdad.

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