jueves, 11 de julio de 2013

UN APAGÓN


En un instante fugaz
un rayo iluminó la estancia,
en aquella noche oscura
le mostró lo que no hallara.

A tientas en la negrura
como ciego sin cachava,
envuelto en amargura
por desconocer donde estaba.

Su tacto encontró texturas
que no identificaba
y el miedo en penumbras
invadió lo que pensaba.

La furia de la tormenta
con su flash iluminaba
sus sueños de poeta
que el terror imaginaban.

Y al ocaso de la tempestad
cuando el último trueno sonaba
despertó de la oscuridad
y la luz bañó su alma.

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