Nací para tocar la gloria
con la punta de mis dedos,
llegar intacto a la victoria
recorriendo mil senderos.
Nací para escuchar la melodía
que cada uno llevamos dentro
y llenarte de fantasía
cada noche del duro invierno.
Nací para arrancar sonrisas
de las lágrimas del miedo
y disipar con suave brisa
el dolor y el sufrimiento.
Y si nací en esta vida
es para recoger tu aliento
y recargarlo de alegría,
de amor, de paz y de sosiego.
Y cambio gloria por escoria,
amor por desconsuelo
guardando en mi memoria
el triste llanto del cielo.
Nací para quererte,
para amar, para algo bueno,
y aunque no pueda tenerte
nací para llevarte dentro.
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