Me lleva mucho tiempo
pronunciar tu nombre,
me arrastra hasta el infierno
sentirme en ti hombre.
Me roba hasta el aliento
imaginar tu sonrisa,
me deja siempre despierto
bajo una eterna vigilia.
Quiero cerrar los ojos
para no poder verte,
quiero descansar mi cuerpo
y expandir mi mente.
Pero no puedo dejar
de contemplarte siempre
aunque me lances al infierno
entre tus endiablados quereres.
Diosa de fuego
que arrasa mi alma,
que me maneja a su antojo
tendido en su cama.
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