que ella era mi futuro,
mis esperanzas y sueños,
de mi lo más puro.
Sólo pude sentir
un amor profundo
al verla sonreir
cuando llegó al mundo.
Sólo pude contemplar
su cuerpecito desnudo,
ángel que es parte de mi
en un mundo sucio.
Enseñarle a caminar,
a elegir su rumbo,
enseñarle a hablar
y lo mejor de uno.
Sólo pude admirar
el milagro oculto
de su despertar
en inocente arrullo.
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