en una taza de café tibio,
amor que creído invicto
está inmerso en realidad presente.
No hay felicidad eterna
ni dolor que mil años dure,
no hay que añorar lo que tuve
sino disfrutar de la presente escena.
Porque lo que fue
no es ni será,
y lo que vendrá
todavía no es.
Así que llora
si ahora tienes que llorar,
ríe sin parar
si es menester ahora.
Porque sólo viviendo lo que es
tendrás una vida plena,
llena de alegrías y penas
pero vivida tal como debe ser.
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