llama que calienta y no quema,
un torrente de agua salvaje
que sacia la tierra más seca.
La paz como estandarte,
la tolerancia y el respeto sin guerra,
mezcla de razas y culturas errantes
dando vida y color a la escena.
Un imperio sin gobernante
que camina por firme senda,
el amor como único equipaje
dando consuelo a la tristeza.
Donde está el divino ángel
que camine siempre a mi vera,
el portador de feliz semblante
que me toque con su sonrisa eterna.
Un todo sin ser nadie,
un alguien entre la arena,
pólvora mojada que no arde
regada por la paz serena.
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