trovador del mundo,
contador de cuentos
a la vida oculto.
Bajo nombre falso,
con el seudónimo suyo
firma los legajos
donde está su yo profundo.
Crítico con lo que le rodea,
observador mudo
que en poemas interpreta
lo que siente el corazón suyo.
Pone voz a quien no la tiene,
con él es el crítico más duro,
ventila a la intemperie
lo que en palabras sería nulo.
Quien le conoce dice que no puede ser cierto
que un sujeto tan callado, tímido y suyo
haya sido el elegido del cielo
para ser portavoz del mundo.
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