la mente contra el cuerpo.
¿Quién saldrá vencedor de este encuentro?.
No está escrito en ningún papel.
El alma contra la piel
quemando como el hielo,
rozando a veces el cielo.
Sabor amargo como la hiel.
La voluntad puesta en juego,
el corazón contra el entendimiento.
Aferrado al sentimiento,
abrasándote en tu propio fuego.
Y cuando todo parece calma
una voz en ti clama
que dejaste por el camino
parte de tu destino.
Otra vez lucha,
otra vez dudas.
Te atrapan las cadenas
de tus propias ideas.
Siempre con la espada en la mano,
sin tregua en el asalto.
Cuando acaba una batalla
nadie te pone medallas.
Y comienza en ti otra guerra,
siempre una detrás de otra
que aunque se vista de paz asoma
y te saca de tu ceguera.
Una lucha sin cuartel.
Un deseo escondido,
sintiéndote como un bandido
arrebatándote tu sed.
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