miércoles, 16 de enero de 2013

UN ENCUENTRO


Me sonó como un verso.
Me culminó ese beso
que me diste sin sentir,
que suavemente depositaste en mi.

Me sublimó tu sonrisa
cuando nos presentaron,
esa maravilla
que prodigas por todos lados.

Me embriagó el alma
tu melódica voz,
sonaba como la canción
que se repite en mi corazón.

No te conocía
pero me pareció tenerte
desde que nací a esta vida
constantemente en mi mente.

Que extrañas emociones
embargan mi pensamiento,
culminan mi sentimiento
al encontrar la aspiración de mis oraciones.

No pensé nunca que existieras,
nunca imaginé que vivieras.
Fue un golpe de gracia
tenerte frente a mi esa mañana.

Dejaste una huella en mi,
supe que eras mi alma gemela,
pero me conformé con contemplarla
y no tenerla.

Tu vida estaba ocupada,
la mía también
y por nuestro bien
dimos por zanjada la velada.

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