Me mostraste un cielo azul
soplado por la risa,
me invitaste a pasar
y a mecerme en su brisa.
Solíamos caminar
bajo su noche estrellada
comenzando a temblar
cuando nuestras miradas se cruzaban.
Cogidos de la mano,
tu tacto contra el mío,
cubriendo el pasado
bajo un velo de amor tupido.
Eres como droga
que envuelve mis sentidos,
que me transporta
en dulce sueño dormido.
Dame tu cielo azul
que no cubran las nubes,
alumbra con tu luz
la habitación que me hunde.
Y no me dejes escapar
aunque lo intente,
no dejes marchar
mis ansias por tenerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario