en mi alma como un susurro
bajo el silencio de la noche
apoderándose con un hechizo de su embrujo.
Y lo lleve a inundar el todo
de la nada que en mi duerme
como el toque de la barita de un hada
dando vida y color a lo que no lo tiene.
No hay verso que quiera el silencio
para que nadie pronuncie su nombre,
quiere gritarlo y extenderlo
más allá de donde el sol se esconde.
Y sale altivo a los labios
donde una voz lo entone
para subir a los escenarios
desde donde todos lo oyen.
Ese es mi verso soñado
que cruza el horizonte
regalando su bien preciado
a todo el que lo porte.
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