lo que decirme no podía,
conseguí ver reflejada su alma
en el profundo azul de sus pupilas.
Recostada en la cama y callada
me miraba entre neblina,
sus ojos me transmitieron calma,
perdón,respeto y armonía.
Me dijo que me amaba,
que era mi madre y me quería,
sin pronunciar una palabra
una lágrima resbaló por sus mejillas.
Recosté mi cabeza en su almohada,
le dije que la entendía,
que descanse en paz tu alma
querida madre, querida.
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