en el límite del vértigo,
el instinto funcionando
sin ser consciente de ello.
Al borde de lo amargo,
a un solo paso de la gloria,
en el confín olvidado
de la frágil memoria.
Caminando entre nubes,
flotando sobre escoria,
encerrada la incertidumbre
para continuar la trayectoria.
Vivía por impulso,
su mente en otra historia,
caminaba desnudo
cubierto de ropa.
En la frontera del sueño,
sin percibir su droga,
gigante despierto
envuelto en su sombra.
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