miércoles, 3 de abril de 2013

LA MISMA CIUDAD DORMIDA


Hasta el cuello sumergida
en un barrio donde no se ve el cielo,
entre calles viejas vivía
respirando su sabor polvoriento.

Y tras doblar una esquina
se topaba con los recuerdos,
alma entre calles cautiva,
rutina sin más miramientos.

No encontraba la salida
a tan enredado laberinto inmenso,
será que no hay otra vida
más allá de lo que veo.

Para que luchar más niña,
para que correr sin aliento,
si por mucho que lo imaginas
no logras salir huyendo.

Allí nació esa chiquilla,
allí encontró su sustento,
soñando siempre en la ciudad dormida
estar allí donde llegara su lamento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario