despiadada sin conciencia,
asesina la inocencia
que osa entrar en su valle.
La vida es salvaje,
pone a prueba la paciencia,
todo lo que entra en ella
recibe un férreo aprendizaje.
Infringe dolor y pesares,
gloria, fortuna y solvencia,
dando una de cal y otra de arena
te hace recorrerla por pedregales.
Pero todos quieren tenerla,
recorrerla con bienes y males,
llenando hasta el borde sus equipajes
de esa irrepetible experiencia.
Sabiendo hasta donde llega,
incierto el destino cuando acabe,
caminando por abruptos andurriales
conocidos ante desconocidas metas.
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