miércoles, 16 de mayo de 2012

UN DIA DE LLUVIA


Sentado en una esquina,
estaba al borde de la acera,
contemplé un alma
tirada por la tierra.

Se cruzaron nuestras miradas,
una sonrisa incierta,
un espanto encerrado
dentro de una vida entera.

La ropa sucia,
la mirada vacía,
en un día de lluvia
contemplé un alma perdida.

Sin ninguna suerte,
un camino torcido,
sin ningún aliciente
para salir del río.

Sin posibilidades,
sin metas,
sin oportunidades,
intentando sólo al alma sostenerla.

En un día de lluvia,
en un día de sol,
cerca de la vida tuya,
en cualquier rincón.

Encontrarás lo herido,
encontrarás la vida,
tan diversa bajo un mismo
techo donde se cobija.

Nadie está a salvo
de tener mala suerte.
Todo en contra de uno
puede cambiar la mente.

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